La Madre, la vida y el dinero

La Madre e hijas ahorrando dinero
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La Madre es, en su esencia creación, manifestación y nutrición en su máxima expresión. Evidentemente, la experiencia que la mayoría de nosotros ha vivido de nuestra Madre física ha distado bastante de esta realidad.

Pero, sin embargo, si queremos vivir una vida en plenitud en muchos temas, eso pasa necesariamente por aceptar incondicionalmente a nuestra Madre física, amándola, honrándola y, finalmente tomando de ella. Te lo voy a argumentar para que resulte lo más claro posible.

Nuestros Primeros Éxitos

Con nuestra Madre compartimos nuestros primeros éxitos. Nuestro camino hacia la vida nace con ella desde la concepción y se desarrolla con ella durante los nueve meses de gestación. Con ella nacemos a la vida en este plano físico, y su amor y su cuidado durante los primeros años son esenciales para nuestro desarrollo y crecimiento como personas.

Quien, a través de la gestación, el nacimiento y la lactancia logra tomar de la Madre será dichoso y feliz, y logrará sentar las bases de una vida llena de amor, salud, parejas satisfactorias y proyectos exitosos. Se establece un movimiento permanente entre la Madre y el hijo que dura para siempre. Así, si nuestra Madre está integrada en nuestra vida, la confianza en la vida, el amor y el compromiso, se encuentran garantizados y nuestro guion de vida será muy satisfactorio.

Si, por el contrario, en algún momento de la concepción, gestación o nueve meses se produjo algún hecho traumático, es muy posible que se haya producido un movimiento interrumpido con la Madre.

El Origen de la Vida

Ella es el origen de nuestra vida, y una parte de ella se ha desconectado, y eso ha podido provocar un malfuncionamiento del dinero, el amor, la confianza en la vida, y otros elementos igualmente importantes.

La interrupción del movimiento hacia la Madre puede traer graves consecuencias para nuestra vida y nuestro éxito. Si se ha producido, la solución está en las Constelaciones Familiares.

El cliente, mediante las técnicas adecuadas y su apertura de corazón, puede reiniciar el movimiento que se interrumpió en los primeros momentos de su existencia, y, como consecuencia, puede abrirse a disfrutar de todos los elementos que supone la recuperación de este movimiento.

Como decíamos antes, con nuestra Madre nacemos a la vida en este plano físico, y su amor y sus cuidados en nuestros primeros años son fundamentales, primero para nuestra supervivencia, y después para nuestro desarrollo como personas.

El hombre y la mujer, a diferencia de algunos animales que nacen con cierta autonomía, necesita de muchos cuidados en los primeros años después de nacimiento. Sin esos cuidados y atenciones no podríamos sobrevivir. Recibir las atenciones adecuadas garantiza la formación de emociones robustas y sanas.

Si hubo un déficit en los cuidados, es posible que se haya producido un movimiento interrumpido, que puede y debe trabajarse con los instrumentos que ya hemos comentado.

La Madre, la conexión y el Dinero

La conexión con la Madre permite que nos volvamos personas creadoras y creativas, multiplica nuestras ganas de vivir y permite que el Amor y la Vida se multipliquen en todas las áreas de nuestra vida. Como consecuencia el dinero y la economía crecen, y la alegría y el compromiso con nuestra vida se multiplican.

Nuestras relaciones con los demás se vuelven más libres y auténticas, incluida nuestra pareja, y nuestra vida se vuelve más fácil y placentera.

La relación con la Madre

La relación con nuestra Madre afecta a muchas áreas de nuestra vida, que pasamos a comentar brevemente:

  1. El dinero. Para Bert Hellinger, el dinero y la Madre son la misma energía. Ambas son energías de creación y de materialización. Por supuesto que la energía de la Madre va mucho más allá que la energía del dinero, pero nuestra relación con el dinero viene determinada por nuestra relación con la madre y, sobre todo, por nuestra decisión profunda de aceptarla incondicionalmente en nuestro interior, aunque en ocasiones no haya estado disponible o hayamos vivido experiencias dolorosas, como hemos comentado.
  2. La Salud Física. Nos formamos físicamente dentro de ella. Tener pensamientos o emociones negativos hacia ella es tenerlos acerca de nuestro origen, y por tanto afecta a nuestro desarrollo como personas y a nuestro cuerpo físico.
  3. La Economía. La sensación de que no llegamos a fin de mes o de que no somos capaces de sostener nuestra situación económica, o de que no tenemos un proyecto o sólido, o echar la culpa a terceros de cualquier aspecto de nuestra vida, son síntomas de que la Madre no está colocada en nuestro interior.
  4. La confianza en la Vida. Lo que está fuera está dentro. Es muy diferente la vida de una persona que confía en la vida y que se le van abriendo todas las puertas, a la de otra persona que va desconfiando de todo y de todos, y que genera en su vida los efectos de esa desconfianza. Tomar de la Madre es superar la desconfianza.
  5. La relación con nuestro país y con el planeta en el que vivimos. Todas las personas que se quejan de su país o que piensan que todo lo que pasa en el planeta no tiene que ver con él, tienen un problema con la Madre
  6. La conexión con nuestras raíces. La Madre son nuestras raíces y la falta de conexión con ella puede llevar a una profunda tristeza y depresión.
  7. El amor hacia nosotros. Si alguien no se ama no puede amar a otros o esperar amor verdadero, y ese amor nace con la Madre. Quien lo tuvo, y así lo reconoció, lo entrega a borbotones hacia la vida.
  8. El respeto por lo que somos. Si hemos sentido y vivido respeto en nuestros primeros momentos, lo atraeremos para el resto de nuestra vida. Si no, lo podemos trabajar ahora.
  9. La relación de pareja. Una relación sin movimiento interrumpido con nuestra Madre suele llevar a parejas exitosas.
  10. El reconocimiento. Uno se reconoce y desea lo mejor para uno, si lo ha vivido a través de su relación íntima con su Madre, en sus primeros momentos.
  11. El merecimiento. No es lo mismo una persona educada emocionalmente en una profunda sensación de merecimiento, reforzada por una Madre que se lo repetía o se lo hacía ver de manera implícita, que una persona que sintió que, ni siquiera lo básico le llegaba

Conclusión

La gran noticia que tengo que darte es que todos estos elementos se pueden trabajar y mejorar considerablemente, colocando a tu Madre en tu interior, mediante la aceptación incondicional de la Madre física que has tenido, honrándola de corazón y abriéndote a tomar de ella. La Madre es la respuesta.

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