La Culpa: el gran enemigo de la Abundancia

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El origen de la Culpa

Su origen puede estar en castigos desproporcionados que recibió nuestro niño o nuestra niña en la infancia, o en desequilibrios sistémicos heredados de nuestro padre o de nuestra madre, o en pesos que recibimos de nuestro sistema familiar por elementos del pasado de la familia, de los que nos ocupamos sin saberlo conscientemente.

En el primer caso, si el niño o la niña reciben algún castigo desproporcionado continuado y permanente en el tiempo, su interior tenderá a pensar que hay algo malo dentro de ellos que conlleva el castigo y tenderá a perpetuarlo. El niño suele pensar que el adulto tiene razón en lo que le dice o hace, aunque le provoque daño. Es un mecanismo defensivo para atenuar el dolor de una situación que le resulta incomprensible, y para él, puede ser menos doloroso, pensar y sentir que, de alguna manera, el castigo está justificado. Los límites que se le ponen a los niños tienen un profundo sentido, los castigos, sin embargo, no tienen ningún sentido.

Una cosa es hacerle ver a un niño o un adolescente que todo tiene consecuencias, y tomar, respecto de ellos, decisiones concretas y proporcionales, y otra castigar severamente por los errores cometidos. En el primer caso se produce un aprendizaje positivo, y en el segundo se reduce la autoestima, la creatividad y la alegría y se incrementan los errores, la frustración o la culpabilidad, y el autocastigo se perpetúa.

La Culpa y el Sistema Familiar

El segundo y el tercer caso tienen que ver con el sistema familiar. El niño, percibe muy claramente, con su nivel de comprensión, los desequilibrios de los padres, y en muchos casos, decide ocuparse de ellos energéticamente. Muy típico es el,” Papá llevaré este peso por ti” o “Mama yo me ocupo de este tema por ti”. Otras veces simplemente lleva la carga de un ancestro sin saberlo, ni comprenderlo. Si la carga es muy pesada puede provocar obsesiones, culpa o enfermedad. Y ya sabemos, que la culpa va a buscar siempre el castigo.

El propósito de todos los desequilibrios que hemos cogido del sistema familiar es soltarlos. En el pasado tuvieron un propósito, pero ya no tienen ninguno. Las constelaciones familiares son un instrumento maravilloso para poder trabajar todo esto.

Que hacer con la Culpa

El tema es, ¿Qué hacer con nuestra culpa en el presente? Recuerda, el propósito de toda la culpa es deshacerte de ella, trabajando los temas y desequilibrios que hay debajo de ella. Por tanto, ante la culpa, hay dos grandes preguntas, ¿Qué propósito tienes? Y ¿Qué es lo que tienes que mostrarme? Una vez visto, hay que hacer un trabajo de dejarla partir desde el perdón y el amor a uno mismo.

Las personas que tiene un trabajo avanzado con la culpa, cuando la ven aparecer no le dan ningún poder, y simplemente buscan el camino que les está mostrando. La culpa es como un rayo de luz cuando estamos perdidos en un bosque. Los listos ven el camino que les muestra y lo siguen. Los ignorantes se quedan mirando el rayo como posesos, y los necios se dejan atravesar por el rayo para que los destruya.

Emociones de la Culpa

La rabia o la tristeza son emociones con un propósito concreto, y pueden tener una razón claramente definida. La culpa, siempre muestra algo más profundo, mediante una repetición llena de castigos. Es como un día de la marmota, que se repite y se repite hasta que damos con la tecla. Y la tecla siempre es saber que nos está mostrando.

En la película de Robin Williams, “Mas allá de los sueños”, muestra como su mujer, una gran pintora, se mete en un estado en el que no encuentra, ni lápices, ni lienzos, ni nada para pintar. Su salida es cambiar de estado, no buscar los lápices y los lienzos. En la película, Robin Williams, la ayuda a salir de ese estado. Con la culpa pasa lo mismo. La salida es comprender que estás abducido por algo que es falso y buscar todo aquello que da un propósito a tu vida.

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La Relación de la culpa y el Dinero

En relación con la abundancia y el dinero, la culpa es uno de sus grandes enemigos. Si te sientes culpable, se acabarán produciendo mecanismos que te llevan a perder el dinero y a no disfrutar de la vida. El dinero es una energía expansiva y es complementaría de otras energías expansivas, mientras que la culpa es una energía contractiva que te imposibilita sentir en tu interior que mereces todo lo bueno, y que limita la multiplicación de la abundancia.

A mas culpa, mas carencia, y a menos culpa, más posibilidades para hacer crecer exponencialmente, tanto el dinero como el amor a ti mismo y la capacidad de disfrutar de la vida.

Conclusiones

Por último, hay que aclarar que la culpa nada tiene que ver con la responsabilidad. La culpa es un estado que busca perpetuarse mediante castigos, aunque no haya una justificación racional, y la responsabilidad es un estado adulto que nos ayuda a tomar conciencia de las cosas que deben cambiarse y a encontrar siempre las mejores soluciones, teniendo en cuenta a todas las personas y situaciones que se encuentren implicadas. En la culpa nunca hay salida, y en la responsabilidad siempre la encontramos.

Recuerda que, aunque te equivoques, eres inocente, profundamente inocente. Responsabilidad e inocencia son dos términos profundamente complementarios. De hecho, la responsabilidad hace brillar la inocencia.

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