El Padre desde un punto de vista sistémico y arquetípico la fuerza, la capacidad profesional, la presencia, la seguridad y la entrega al compromiso.
Estas características pueden ser trasmitidas por las mujeres del sistema, pero son características propias de lo masculino y suelen ser trasmitidas por el padre.
Las constelaciones familiares nos enseñan que aunque muchos padres no tienen muchas de estas características, el hijo si puede recibirlas si honra de corazón a su padre concreto. Cuanto mayor es la honra mas es posible recibirlas.
El trabajo interno con nuestro padre es un trabajo que pueden llevar muchos años, ya que cuánto mayores sean las heridas con el, más se dificulta la honra, porque puede haber rabia, rencor u otras emociones que lo distorsionan. Sin embargo honrar a nuestro padre no implica, en absoluto, quedarnos con sus patrones.
Yo he trabajado muchas personas que confundían a su padre con sus patrones y que pensaban, erróneamente, que si renunciaban a sus patrones, renunciaban a su padre.
Mi maestro de constelaciones, alemán de nacionalidad, nos decía que si el trabajase con el hijo de Hitler le haría decir, “Gracias Papá por darme la vida. Todo lo demás es tuyo”.
El hecho es, que cuanto más soltamos lastre, mas honramos a nuestro padre, más amor sentimos por él y más sentimos su esencia al margen de los patrones.
Al margen del trabajo sistémico, conviene trabajar los patrones de carencia que tenía nuestro padre, para hacer un trabajo de desidentificación de ellos y asociar lo masculino a la fuerza, la seguridad y la realización profesional. Sea cual sea nuestro equipaje, siempre hay una salida.