Dar para recibir es el primer paso para lograr la prosperidad y la abundancia.
Si lo piensas bien, Dios, la energía del Universo, el vacío, como quieras llamarle, lo da todo y por eso lo recibe todo.
El empresario da y se le vuelve multiplicado el retorno empresarial.
Una persona amorosa da amor y este se le multiplica.
Siempre que estás en la carencia, piensas que lo que anhelas tiene que venir de fuera, y sin embargo, si no está dentro, no puede estar fuera.
Decía Cristo: “Al que tiene se le dará y al que no tiene, se le quitará incluso lo que no tiene”.
“Si quieres conservar algo, dalo” (U.C.D.M)
Nuestra mente nos dirá que no tenemos y ese es el engaño que se produce. Es un círculo vicioso. Como no tengo, no puedo dar y por lo tanto, no puedo recibir. Bajo ese esquema tendría, que o bien ganarlo con sudor, o bien quedarme sin ello, o bien…, en cualquier caso todas opciones carenciales. ¿Cuánta era la riqueza creada en los Estados Unidos a principios del siglo XIX? ¿Cuánta es ahora? ¿De dónde salió? Hay que salirse del circulo vicioso
El tener en equilibrio la energía del dar es esencial para tener prosperidad en todos los ámbitos. Solo hay que colocarla.