Dentro de cada uno de nosotros se encuentra el poder para brillar, potenciarnos y amarnos y el poder para negarnos, destruirnos y hacernos daño.
Cuando inicia la Autoridad Interior
Nuestra aventura, en este plano en el que nos encontramos se inicia con la concepción, continua con la experiencia de la gestación durante nueve meses, el nacimiento y los primeros años de la infancia.
Todas estas experiencias crean en nuestro interior una autoridad interior que marca las pautas de nuestra vida y determina cuales son los criterios para vivirla. Al estar todo programado, pensamos y sentimos que no podemos salirnos de unos criterios que determinan nuestra programación interior y crean nuestra realidad exterior. A esta experiencia, algunas personas le llaman “la voluntad de Dios” y otras le llaman el destino, entendido como algo inamovible y determinado. Otros hacen cursos de crecimiento personal y se atreven a cambiar una parte de esta realidad y dan por hecho que el resto no puede modificarse.
Elegir que deseamos vivir
La realidad es que podemos modificar todo lo que necesitemos para potenciar nuestra evolución y lograr nuestros objetivos. Tenemos el poder de seguir con nuestra vieja programación o modificarla en parte o transformarla completamente.
Nuestra antigua programación nos lleva a vivir una serie de lecciones que nos vienen dadas durante una serie de años, pero no es inamovible en el tiempo.
Aunque parezca increíble el objetivo de los patrones limitantes que vivimos desde la concepción es que descubramos que nosotros somos mucho más que esos patrones. Ellos simplemente son una flecha que marca el camino hacia un lugar completamente distinto. Es más, cuando las lecciones ya se han vivido su propósito es modificarse en otros instrumentos y potenciar nuestro cambio. Ahí es cuando la persona puede descubrir sus verdaderas posibilidades y abrirse a una visión de vida que le lleve a la felicidad y a la conexión con su auténtico propósito.
Como trabajar la Autoridad Interior
Los instrumentos que se utilizan para este trabajo son las constelaciones familiares, que sirven para desactivar el aspecto sistémico de nuestra autoridad interna, y luego con la mente supraconsciente, descubrir el propósito que dichos patrones han tenido en nuestra vida para facilitar su disolución. A continuación la persona podrá avanzar hacia descubrir cual es su verdadera visión de vida y su propósito y como puede a través de una serie de acciones caminar con facilidad hacia él.
Realmente nuestra autoridad interna puede modificarse porque ese es su verdadero propósito.
Este trabajo ha cambiado la vida de todos aquellos que se han atrevido a realizarlo.